#30 — Cuídese mucho

Sophie Calle (París, 1953) fue abandonada por una pareja, a quien identifica con una X, por medio de un correo (al final de este mismísimo correo lo pueden leer).

Cuando terminó de leerlo, entre la sorpresa y la angustia, no supo qué responder y les pasó el texto a sus amigas más íntimas. Cada una le fue comentando algo demasiado diferente entre sí y la divirtió ver esas respuestas todas juntas, chocándose, y, a la vez, tan lejos de ella. Por lo que decidió pasárselo a otras mujeres cercanas.
Una vez más, las repuestas variaban de forma insólita y las conversaciones se cruzaban con exaltación, pero empezó a notar que podía claramente identificar desde el lugar en el que esas amigas y conocidas le daban un feedback.
Fue así como registró que en ese intercambio estaba ya sucediendo otra cosa, otro escenario, y que era el momento exacto para abrirse y enviarle la carta del corte a otras tantas mujeres, tantas como pudiese. No siguió ningún patrón, contactó tanto a mujeres reconocidas como desconocidas, incluso para ella, y es así como fue recibiendo las miradas de amas de casa, estudiantes, adolescentes, escritoras, artistas, periodistas, músicas, comerciantes, tarotistas, criminólogas, psicoanalistas, etcétera.
En el medio de todo este proceso, nunca le respondió a X y toma el Cuídese mucho con el que él termina su carta para llamar a lo que, finalmente, termina por ser una muestra, una muestra que fue creciendo de a poco, que vive en constante movimiento, que va transmutando, y que consiste en retratos y filmaciones a cada una de esas mujeres contactadas acompañando la exposición de sus reacciones.
8 años después de su inauguración primera, en el marco de la Bienal de Performance 2015, la muestra llegó a la Argentina y se expuso varios meses en el CCK, uno de los pocos lugares del mundo en el cual se pudo montar en su totalidad, esto es con las 107 mujeres que -hasta ese momento- analizaron, respondieron o reinterpretaron la carta en formato audiovisual o fotográfico y narrativo.
Y es también en Buenos Aires que Cuídese mucho vuelve a expandirse y transformarse. Porque hasta ese momento, esa carta, nunca había llegado a manos de un hombre. Como Calle viajó, y supervisó en persona el montaje y permaneció hasta varios después de la inauguración, se juntó con la directora de teatro Marice Álvarez y definieron una serie de siete performances en las que siete argentinos de distintas profesiones contarían su posición.
Entre ellas y ellos, entre las más variadas reacciones, que van desde darle la carta a un loro a un acting con muñecas inflables, pasando por una lectura de tarot, me gustaría resaltar 3 reacciones puntuales:
1/ La madre de Sophie, Monique Sindler, eligió no responderle a él y sí escribirle a ella. Le pide que no dramatice. La madre invitando a la hija a no ponerse en el lugar de víctima abre un sin fin de lecturas deliciosas. Pero lo mejor llega al final: “o te vas vos o se te van, son las reglas del juego”. En su retrato, Monique -carta en mano- asoma de la sombra de su hogar hacia una ciudad soleada con la ventana abierta, y ahí también se nos está diciendo algo.
2/ La escritora Christine Angot es otra de las que decide escribirle a ella, pero, en realidad, nos escribe a todas: “Cuidate de todas esas mujeres juntas (…) la mayoría quiere convertir a los hombres en mujeres. (…) Se enojan con el vacío, con la carencia (…) te seguirán diciendo que te cuides mucho cuando no tenés nada de qué cuidarte”. Christine en la foto está tomando una sopa, la sopa es la carta rota en pedazos.
3/ El actor argentino Diego Velázquez se puso en el lugar de él en los días sin recibir respuesta. La espera, las especulaciones sobre el silencio, la angustia de no saber si vio o no vio el correo, pero, por sobre todo eso, o, mejor dicho, como gran motor de todo eso, la fatalidad de la indiferencia. Velázquez pone a volar al ego en las cientos de copias que hizo de la carta en forma de avioncitos de papel, y termina su actuación llevando a la ausencia a otro lugar de la despedida: a ella le pasó él, pero a él también le pasó ella, por lo que el final es un proceso que ocurre en ambos. Y los procesos son imprevisibles e intransferibles, como toda atmósfera íntima, y -a pesar de lo que podamos creer- también son inescapables, por eso el actor prefiere tomar otra parte de la carta para darle fin a su perfo: “Me hubiese gustado que las cosas fuesen de otro modo”.

Mientras tanto, Sophie no sólo que nunca le respondió a X de forma directa, tampoco lo hizo incorporando su propia voz a Cuídese mucho ni haciendo comentarios de preferencias sobre las reacciones que fue coleccionando todos estos años.