Blase, también conocido como Blasepheme, es un artista parisino que realiza un interesante e irreverente trabajo de restauración sobre obras antiguas. Él se define como un “pintor hacker” al que (casi) siempre se lo encuentra en anticuarios buscando joyitas.
¿Cómo sería la pintura antigua en la vida moderna, cómo sería la pintura moderna en la vida antigua?
Blase responde la pregunta ensamblando escenarios y elementos, aliándose a los detalles. No hay manera de mirar sus piezas “por arriba”, Blase nos pide un poco más de atención y de observación minuciosa, básicamente porque ahí está *el beat y la sustancia* de su cuestión.
Su máximo logro es que en esa unión de lo antiguo y lo moderno algo se desnuda, algo se rompe y algo se transforma. Lo que queda es un escenario nuevo, inhabitable, pero, a su vez, demasiado familiar (no por eso menos perturbador, menos absurdo, menos irónico, menos crítico).